Renuncia y resistencia / La Generación X madura - Ken McCown

Los arquitectos quizás enfrentan hoy más presiones para renunciar a sus valores fundamentales de construcción de lugares y obras perdurables que en cualquier otro momento anterior. Las tradiciones de la disciplina al servicio del estado y la élite con lugares para abarcar generaciones disminuyen con la reducción de la financiación de los gobiernos y el auge global del poder corporativo.

El poder corporativo requiere de un branding global; apoya la estandarización de productos y los medios para distribuirlos a tiempo. La distribución ‘justo a tiempo’ posiciona a los contratistas como líderes del proceso de entrega en la construcción; sus preocupaciones principales se enfocan en la eficiencia de entrega al mercado. Estas preocupaciones no son las fundamentales para el arquitecto que espera elaborar una estructura física para vincular generaciones en el tiempo y el espacio. Irónicamente la estandarización y el branding en el mercado varían rápidamente con la innovación y la necesidad de un cambio constante. Durante este aparente rebranding anual, el ojo educado ve más de lo mismo.

Con la rápida afluencia de población a las áreas urbanas y los reducidos fondos del gobierno para la esfera cívica; el urbanismo táctico, la teoría de emergencia y las alianzas público-privadas conducen a la entrega del diseño rápido, forma indeterminada y temporal y espacios ‘de marca’ patrocinados por corporaciones que en cualquier momento pueden apropiarse de los espacios auspiciados para sus propias necesidades.

El branding corporativo existe y crece incluso en las profesiones del diseño. Ciudades de tamaño medio en todo el mundo buscan diseñadores extranjeros corporativos (boutique) para lograr que su marca adquiera un lugar en sus áreas metropolitanas. ¿Dónde deja esto al arquitecto? En un extremo se encuentra el urbanismo táctico del ‘hágalo usted mismo’ y en el otro está la corporación global de arquitectura. Debido a la reducción de fondos en la clase media, el acceso a del arquitecto disminuye en ciudades medias y por lo tanto el desarrollo del talento nacional. La pérdida del talento regional elimina la ‘biodiversidad’ del pensamiento en diseño. La menor cantidad de diseñadores aportando ideas originales e innovadoras nos dejan con menos oportunidades para entender cómo distintos lugares nos pueden enseñar maneras diferentes de habitar.

En ‘Mechanincs and Meaning in Architecture’, Lance Levine señala el llamado de Botond Bognar por una ‘arquitectura de la resistencia’; argumentando que la arquitectura regional es esencial para el bienestar humano. Levine escribió esto en 2001, ¡lo que a algunos les puede parecer una era distante! ¿Otro momento de ironía quizá está aprovechando la teoría a partir de 2001 por su importancia perdurable como una llamada a la acción que hoy podría ser un acto de resistencia en sí mismo?