Oscuridad iluminada1 - Ricardo Blinder

Desde el invierno de Buenos Aires con mucho frío, es muy difícil escribir sobre el trópico, lo intento y me remito a cielos permanentemente nublados; al aire en estado continuo próximo a la saturación; a humedades absolutas y relativas muy altas; al calor agobiante y de ahí voy directo a la búsqueda de sombra. “A pesar de que la luz es el principal aliado de la belleza, la sombra es la única que puede capturar su enigma y la belleza pierde toda su existencia si se suprimen los efectos de la sombra”2.
 
Extender la noción de sombra hacia la de oscuridad iluminada, indagar sobre los grados de su opacidad, donde ese juego no necesita ningún accesorio, vale por todos los adornos que se puedan poner, esa luz indirecta y difusa es el elemento esencial que construye su belleza.

Los espacios reflejan la tensión entre la tradición cultural y la tan cambiante contemporaneidad; entre la cotidianeidad y la complejidad; constituidos por elementos simples pero otorgándoles una nueva perspectiva que permita sentir que el aire en esos lugares remite al silencio, a la serenidad, a la calma, tratando de encontrar un orden que pertenece a lo visual, a lo formal; entonces aparece la posibilidad de que lo informe tome forma y entonces no solo nos sirve, sino que lo llamamos lugar.

De eso se trata, de crear lugares, lugares con forma.

En la arquitectura, los espacios que se ubican entre el interior y el exterior son casi los únicos que nos ofrecen la posibilidad de captar ese juego de claroscuros, entre lo que brilla y lo que opaca.

En el trópico las construcciones son livianas, sin ningún elemento muy macizo, hechas con materiales vegetales tejidos o unidos de diferentes formas.

“En estos tiempos de oquedad, de oscuridad iluminada, de distracción a perpetuidad, de imbecilidad tan programada”3, donde la mayoría de las cosas son etéreas, dietlight, desde este humilde rincón es posible sentir una cierta nostalgia por la masa.

La lección de Clorindo Testa en Buenos Aires, Salmona en Colombia, Barragán en México y Dieste en Uruguay, testifican el retorno a los materiales tradicionales, pero incorporando un espacio original, poético, real, imaginario como una constante intención de buscar la invisible esencia, dentro de la realidad de cada hombre.


1 Ciro Martínez, ex cantante de Los Piojos, ‘Vas a bailar’, Ciro y Los Persas 2011

2 Junichiro Tanizaki, El elogio de la sombra, 1933

3 Ibid 1